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Evaluación de la vulnerabilidad de las aguas subterráneas a la contaminación

Al igual que el estudio de impacto ambiental del proyecto Castor, el informe sometido a consultas previas minimiza estos riesgos cuando antes los calificaba como «riesgo geotécnico relevante» [1]. Tampoco plantea estudio sísmico de detalle. Un estudio elaborado por un geólogo encuentra importantes riesgos tanto desde el punto de vista litológico como hidrogeológico, demostrando la existencia de vulnerabilidad a la contaminación de las aguas subterráneas.

El 23 de septiembre se comenzó el tramite ambiental para la construcción del cementerio nuclear, publicando el informe sometido a consultas previas [2]
. En este informe se menciona: «Desde el punto de vista geotécnico, no sean detectado estructuras de disolución importantes y la portabilidad de los terrenos es adecuada«.

De esta manera se entra en contradicción con lo publicado en el pliego de prescripciones técnicas de la ingeniería principal para el ATC [1]:
«…la existencia de yesos en alguno de los emplazamientos propuestos es una condición desfavorable de cierta relevancia, de posibles consecuencias no despreciables. Los yesos son materiales potencialmente carstificables por disolución; lo cual a su vez puede generar subsidencias y colapsos, que evidentemente son un riesgo geotécnico relevante…«

Esta circunstancia ya fue puesta de manifiesto con motivo de las elevadas lluvias de la primavera pasada, que avivaron la polémica sobre la idoneidad o no de los terrenos [3].

El estudio geológico encargado por Ecologistas en Acción [4] y elaborado por un geólogo (Manuel Bello) de la empresa INGEMA, se centra (sobre todo) en la vulnerabilidad a la contaminación de las aguas subterráneas en los terrenos y menciona la posible presencia de «cavidades y porosidad por disolución secundaria«. Y concluye en su informe que «…considerando que ante un accidente o fallo imprevisto de la infraestructura los contaminantes serían de naturaleza radioisotópica, con los efectos que puede producir sobre la biomasa o sobre las cadenas tróficas, una Vulnerabilidad Media o Moderada no es desdeñable

«Desconocemos los resultados de los sondeos mecánicos o de las prospecciones geofísicas realizadas para el proyecto de construcción, pero no es descartable la presencia de cavidades y pequeños arroyuelos subterráneos someros, debido a las características solubles de los materiales rocosos existentes en los terrenos del emplazamiento del proyecto del ATC, tal como ha demostrado la presencia de manantiales (esta misma formación geológica) en parajes próximos a la ubicación del proyecto como por ejemplo en la Urbanización Casalonga o sobre el relieve del pueblo de Montalbanejo, lo cual, supone un riesgo evidente como medio o vehículo de conexión de contaminantes radioisotópicos entre las instalaciones del ATC, los acuíferos circundantes y el Río Záncara, y por lo tanto, los terrenos no son los más idóneos para realizar una obra de la complejidad y peligro potencial del ATC» ha declarado Bello.

En cuanto a aspectos sismológicos, el informe ahora sometido a consultas, no recoge ni prevé realizar un estudio sismológico de detalle en el emplazamiento. Y esto, a pesar de que reconoce actividad en el entorno de Villar de Cañas: «En el ámbito local, los eventos más cercanos están en Villarejo de Fuentes a 15 km y MW=3,4; en las inmediaciones de La Alberca de Záncara a 14 km y MW = 1,9; y en Villarejo de Fuentes a 8 km y MW = 2,6.«. Asi mismo, en un entorno de 160km, «dos tiene una magnitud MW mayor o igual a 5.0«

Ecologistas en Acción, califica de irresponsables al Gobierno central, que minimiza los riesgos geológicos y radiológicos (las declaraciones de Rajoy en Fukushima apoyan esta afirmación). Es muy preocupante comprobar que el procedimiento del cementerio nuclear, se está desarrollando de forma atropellada por exceso de prisas, con opacidad y sin las debidas garantías de protección al medio ambiente y a las personas [4].